Existen tres tipos básicos de comunicación, la comunicación agresiva, la pasiva y la comunicación asertiva. Tanto el estilo agresivo como el pasivo dificultan la comunicación. Solamente lograremos generar conflictos que pueden llegar a acarrear consecuencias no deseables a corto, medio y largo plazo.
La persona con comunicación agresiva trata de imponer su criterio y conseguir sus objetivos sin importarle la opinión ni los sentimientos de su interlocutor. Utiliza estrategias como amenazas, intimidación, sarcasmo, acusaciones, sentimiento de culpabilidad, enfado y reproches. Su conducta verbal se caracterizará por tono de voz elevado y frió impidiendo la entonación, habla rápida y fluida, haciendo uso de monólogos y con muy poco intervalo entre una intervención y otra, no dejando que su interlocutor de su opinión. Además, hacen uso de un modo verbal imperativo.
Este estilo de comunicación no consigue el entendimiento ni llega a ningún objetivo positivo, porque la comunicación agresiva está dirigida a un objetivo, imponer la propia voluntad, la competencia y la lucha de poder, que suele desplazar a la cooperación y el afecto. La comunicación agresiva genera tensiones innecesarias y malestar entre las personas, estropeando el vínculo entre ellas y dañando las relaciones y a las personas. La comunicación agresiva se basa en la creencia de que nuestras necesidades y deseos están por encima de las de otros, por lo que se defienden de manera impositiva, incluso si eso supone transgredir normas éticas y vulnerar los derechos de los demás. Busca, en último término, hacer a los otros más débiles y menos capaces de expresar y defender sus derechos y necesidades.
La comunicación pasiva se basa en el conformismo, y en el deseo de evitar el conflicto y la confrontación a toda costa. Las personas con comunicación pasiva pretenden o tienen la esperanza de que los demás adivinen sus deseos, aunque esto casi nunca ocurre. Tienen una excesiva necesidad y preocupación por agradar a los demás y, a menudo, se sienten incomprendidos por los demás o manipulados. Como no se comunican los pensamientos, anhelos o ilusiones, se vive en una permanente decepción y frustración, lo que conduce a bajar la autoestima, y puede acabar generando ansiedad.
La comunicación asertiva es aquella que permite transmitir nuestras necesidades o deseos de forma madura y racional sin provocar el rechazo o malestar de la otra persona con la cual nos comunicamos. La comunicación asertiva no juzga si no que habla desde la propia opinión o el propio punto de vista. De este modo, se evita el ataque pero se puede expresar libremente.
La persona asertiva, por tanto, sabe defender sus derechos a la vez que discrepa, y además entiende y respeta los puntos de vista de su interlocutor. Suelen ser personas que disfrutan de buena autoestima, poseen seguridad en sí mismos y se muestran confiadas. Buscan en la comunicación soluciones satisfactorias para ambas partes sin ninguna intención de manipulación.
La comunicación asertiva requiere de la empatía, es decir, la habilidad para ponerse en el lugar y punto de vista del otro y poder ponerse en su situación, teniendo en cuenta sus sentimientos, expectativas y sus intereses.
Este estilo de comunicación favorece el afecto y afianza lazos familiares a nivel educativo, enseña a resolver conflictos de forma respetuosa, establece bien las normas y utiliza adecuadamente las contingencias.
Cómo es la comunicación asertiva no verbal?
Cuerpo firme sin parecer rígido. Postura relajada.
Mirar a los ojos, aunque no demasiado fijamente, que se podría interpretar como agresividad
Sonreír levemente
No acercase excesivamente a la otra persona para no invadir su terreno personal, lo que la incomodaría.
Pautas para la comunicación asertiva
- Hablar utilizando el yo
- No generalizar
- Evitar el siempre y el nunca
- Centrarse en el aquí y el ahora
- Evitar los comentarios destructivos, la burla, el sarcasmo, el ataque y hacer comentarios constructivos.
- Evitar la indiferencia o interrumpir
- Escuchar activamente
- Pedir la opinión del otro
- Expresar los sentimientos negativos clara y concretamente
- La conducta es la que debe ser reprobada no la persona
- Intercalar comentarios positivos
- Incluir una alternativa de comportamiento a la queja