¿Qué es el bajo deseo sexual?
Las personas normalmente tienen distintos grados de apetito sexual. No hay un estándar único de deseo sexual o de líbido, y el deseo no sólo difiere de persona a persona, sino también en la misma persona durante la propia vida.
Una de las quejas en pareja más comunes al respecto de la sexualidad es una disparidad en el deseo sexual. El deseo sexual puede ser bajo debido una gran variedad de razones, muchas de ellas psicológicas e interpersonales. Tenel la líbido inhibida no supone necesariamente un trastorno. Se convierte en una condición diagnosticable sólo cuando ese bajo deseo sexual disminuye la calidad de la vida de la persona y crea angustia, o surge un impulso sexual en la pareja que evoluciona hacia un problema para ambos. La pérdida del deseo sexual puede ser resultado de problemas de relación y causarlos.
Además, lo que constituye un deseo sexual bajo, o hipoactivo es casi invariablemente un asunto relativo. Las parejas que toman como referencia la frecuencia en las relaciones sexuales o el deseo de los primeros tiempos de la relación, se encuentran con una decepción asegurada, porque es normal que la actividad sexual asociada a las parejas de larga duración, baje, pues el día a día, los hijos, el trabajo, y la rutina absorben toda la energía. Además, una persona puede experimentar un bajo deseo sexual sólo con la propia pareja, y no con otra persona diferente. Es decir, el deseo sexual hipoactivo puede surgir sólo en respuesta a la pareja actual. Y lo que se designa como un bajo nivel de deseo hacia un compañero, como fruto del aburrimiento o reflejo de otros problemas en la relación, puede indicar más exactamente un impulso sexual hiperactivo con otras personas. Es por tanto, muy aconsejable, acudir a terapia de pareja o terapia sexual, cuando el deseo sexual baja, para evitar posibles rupturas.
El deseo sexual y la capacidad de respuesta normalmente difieren entre hombres y mujeres, y los supuestos de equivalencia sexual pueden sugerir falsamente la existencia de un trastorno de deseo hipoactivo. Los hombres se excitan biológicamente más fácilmente que las mujeres, y, para ellos, el deseo está estrechamente vinculado a la excitación fisiológica. Entre las mujeres, el deseo sexual suele ser más psicológico y situacional, y está muy influenciado por cómo se sienten acerca de sus cuerpos, así como la calidad de la relación con su pareja. Por otra parte, frecuentemente, las mujeres no experimentan el deseo sexual hasta después de ser que se estimuladas genitalmente, y la excitación puede requerir un período prolongado de juegos previos.
La disminución del deseo sexual a veces se considera inevitable en una relación a largo plazo, pero no está claro si ese es realmente el caso o si es producto de la edad o la familiaridad. El deseo sexual bajo a menudo puede ser tratado por un terapeuta de pareja especializado. Los expertos son cada vez más optimistas afirmando que la chispa sexual puede permanecer viva a través de la vida de las parejas.